Eduardo nos recomendó una ruta inolvidable, adaptándose a nuestra voluntad y a nuestros tiempos sin problemas. Muy correcto, educado, al punto que disfrutamos del paseo como si él no estuviera, simplemente sugiriendo y explicando cosas cuando era necesario. Otra ventaja que pudimos constatar, fue que la lancha (a pesar de parecer más antigua que otras) que es grande y confortable, pudo sortear sin ningún problema el mar un poco más agitado a la vuelta, cosa que otras lanchas que se veían en la vuelta y eran más pequeñas, sufrían un poco más con esa situación. Muchas gracias Eduardo! Ya estoy planificando nuestro retorno para seguir conociendo nuevas rutas.